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26 febrero 2009

Refugio contra el espanto.

Cuando uno mas se aleja del nivel del mar, de la tierra, y viaja un corto o largo camino hacia el infinito, quisiera no tener que descender; pero desciende tristemente, amargamente a pasos cortos y tropiezos a la cotidianidad miserable de la injusticia en todas sus formas y colores.

Vivir en la contradicción de quedarse o correr al refugio mas alto del Aconcagua para desaparecer de la tierra y de la mente y ser solo un cuerpo que late, que avanza que cae y sigue o cae y muere...

Por lo pronto no puedo no volver a la tierra, la foto de un niño en mi agenda del año pasado...Su gesto sonriente y su mirada triste...su larga historia de abusos y abandonos; -"tome seño" y me estampo su foto en el escritorio y en el alma, me interpelo a que no lo olvide a que lo lleve conmigo al infinito...
alguien me espera acá 1.500 m.b.n.m (metros bajo el nivel del mar.)..en las profundidades del espanto.

Desde aquí todo es tan preocupante...

3 comentarios:

evargas dijo...

Interesante reflexión.

Saludos

Paula y Clara dijo...

Mi amor, vamos y venimos pero jamás acampamos en el espanto, vamos curtiendo las manos y la esperanza, pero siempre a sabiendas que el camino conduce a otra parte... Te amo, en el infinito y en los bajos fondos.
Paula.

Paula y Clara dijo...

a evergas: jodida reflexion! triste...
Un beso

Paula: Claro!!!los caminos conducen a Roma! lastima que no todos!
te amo.-



Hay cosas que son eternas, apuestas que nos marcan a fuego, hay de cada sueño una sombra que quizás no naufrague nunca, hay paulas y claras, claras y paulas.
Este blogs es la silueta de nuestro mejor sueño, del imperecedero, del que siempre encuentra las miguitas que marcan el camino a Roma...